Levit toca tan lentamente el Vorspiel zu Tristan und Isolde, con el misterioso acorde de Tristán, que se convierte en un esqueleto.Pareciera como que él mismo estuviera (re) componiendo la obra.
El propósito de estos tres conciertos era el de mostrar cómo era el contexto en la época y la ciudad del gran Franz Schubert, su reverencia por Mozart y su reacción al furor que causaba Rossini, de cuya influencia no pudo sustraerse totalmente
En la oxigenada atmósfera acústica de la Semperoper, Thielemann y su orquesta lograron arrebatar a los espectadores con una interpretación ya probada y esencialmente fluida, espontánea y precisa en cada detalle y de una gloriosa luminosidad polifónica.
En esta puesta en escena Carmen, en el fondo enamorada de alguien que la maltrata, prácticamente se suicida lanzándose hacia la navaja de don José y muere besándolo: decide así, sin esperar su asesinato, sacrificarse por un ideal, que es el de la independencia, aquí nombrado como “libertad”
Muchas de las piezas oscilan entre la abstracción y la narración, o el ballet neoclásico y conducen a mundos oníricos u opuestos entre la euforia, el amor y la ternura, la amistad, la lucha y la proximidad a la naturaleza, así como la alegría de bailar y de vivir.
La ambientación cambia desde el pueblo tranquilo y principalmente agrícola, aunque los Ismailov sean mercaderes, de Shostakovich a ese mundo distópico que tanto gusta a Bieito.En sus propias palabras, Lady Macbeth del Distrito de Mtzensk: “No es Romeo y Julieta, es el thriller apocalíptico de un amor en un sistema poscapitalista”,
La constante sorpresa en las coreografías, la brillantez de las músicas escogidas, la brevedad del programa, no dan pie al cansancio.Familias, grupos escolares o amigos comentarán el espectáculo largo tiempo y lo retendrán como un buen momento.
Grimaud lleva décadas firmemente establecida en el mundo de los conciertos y sus actuaciones, que son siempre una garantía de calidad, se caracterizan por la contención y la modestia.
Qué gusto da escuchar todas las pequeñas experimentaciones tímbricas de Prokofiev, con alianzas de instrumentos inesperadas.Y qué gusto la opulencia sonora de la Filarmónica de Viena
Junto a la ilusión propia de los relatos infantiles, se respira en 'Cendrillon' de Viardot la nostalgia propia de una época que se había sobrevivido a sí misma